30/10/25

Maricas en las calles. Solo para los orgullosos


El mundo de las pegatinas, de la octavilla como reclamo y forma de transmitir gritos, funciona muy bien. Tuvieron su punto álgido en la época de la Transición a la democracia en España, cuando tantas cosas había que decir y tan pocos medios de comunicación que colaboraban, que era casi una obligación buscar modos de expresión baratos cuando no había redes sociales.

Recordarlas, guardar las  pegatinas en colección, es una manera de recordar otros momentos, otras necesidades, otras formas de ver la sociedad. 

Esta octavilla es de Madrid y en el texto lo dice todo. No vayas si no te sientes orgulloso y contento de ser marica. Es de este principio del siglo XXI pero no sé bien el año en concreto.

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